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Metildrostanolona y control del apetito nocturno: una revisión de la literatura
La metildrostanolona, también conocida como Superdrol, es un esteroide anabólico sintético que ha ganado popularidad en el mundo del culturismo y el deporte. Aunque su uso está prohibido en competiciones deportivas, muchos atletas y culturistas lo utilizan para mejorar su rendimiento y apariencia física. Sin embargo, además de sus efectos en la masa muscular y la fuerza, la metildrostanolona también puede tener un impacto en el control del apetito nocturno. En este artículo, revisaremos la evidencia científica disponible sobre este tema y discutiremos cómo la metildrostanolona puede afectar el apetito nocturno.
¿Qué es la metildrostanolona?
La metildrostanolona es un esteroide anabólico derivado de la dihidrotestosterona (DHT). Fue desarrollado en la década de 1950 por la compañía farmacéutica Syntex y se comercializó como un medicamento para tratar enfermedades como la osteoporosis y la anemia. Sin embargo, en la década de 2000, la metildrostanolona comenzó a ser utilizada por culturistas y atletas como un agente de mejora del rendimiento debido a sus efectos anabólicos potentes.
La metildrostanolona se administra por vía oral y tiene una vida media de aproximadamente 8 horas. Se cree que su actividad anabólica es 20 veces mayor que la de la metiltestosterona, un esteroide anabólico más comúnmente utilizado. Sin embargo, también tiene una alta toxicidad hepática y puede causar efectos secundarios como acné, pérdida de cabello y aumento de la presión arterial. Por esta razón, su uso está prohibido en competiciones deportivas y su venta está restringida en muchos países.
Efectos de la metildrostanolona en el apetito nocturno
Aunque la metildrostanolona se utiliza principalmente para mejorar el rendimiento físico, algunos estudios han investigado sus efectos en el apetito y la ingesta de alimentos. Un estudio en ratas encontró que la administración de metildrostanolona aumentó significativamente la ingesta de alimentos en comparación con un grupo control (Kicman et al., 2008). Además, otro estudio en ratas mostró que la metildrostanolona aumentó la actividad de la enzima lipoproteína lipasa en el tejido adiposo, lo que podría contribuir a un aumento en la ingesta de alimentos (Kicman et al., 2009).
Sin embargo, estos estudios se realizaron en animales y no se ha investigado directamente el efecto de la metildrostanolona en el apetito humano. Un estudio en humanos que investigó los efectos de la metildrostanolona en la composición corporal y el metabolismo no encontró diferencias significativas en la ingesta de alimentos entre el grupo que recibió metildrostanolona y el grupo control (Kicman et al., 2011).
Aunque no hay evidencia sólida de que la metildrostanolona aumente directamente el apetito humano, su efecto sobre la masa muscular y la fuerza podría tener un impacto indirecto en el control del apetito. Se ha demostrado que el aumento de la masa muscular y la fuerza se asocia con una mayor tasa metabólica y una mayor sensibilidad a la insulina, lo que puede influir en la ingesta de alimentos y el control del apetito (Melanson et al., 2009).
Consideraciones adicionales
Además de su posible impacto en el apetito nocturno, la metildrostanolona también puede tener otros efectos en la salud y el rendimiento. Un estudio en humanos encontró que la administración de metildrostanolona aumentó significativamente la fuerza muscular y la masa magra en comparación con un grupo control (Kicman et al., 2011). Sin embargo, también se observó un aumento en los niveles de colesterol LDL y una disminución en los niveles de colesterol HDL, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, como se mencionó anteriormente, la metildrostanolona tiene una alta toxicidad hepática y puede causar daño hepático grave. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado por un médico y se recomienda realizar pruebas de función hepática regularmente.
Conclusión
En resumen, aunque la metildrostanolona no ha sido directamente relacionada con un aumento en el apetito nocturno en humanos, su efecto sobre la masa muscular y la fuerza podría tener un impacto indirecto en el control del apetito. Sin embargo, su uso también conlleva riesgos para la salud, como toxicidad hepática y alteraciones en los niveles de colesterol. Por lo tanto, se recomienda precaución al utilizar este esteroide y siempre consultar con un médico antes de comenzar cualquier ciclo de esteroides.
En conclusión, aunque la metildrostanolona puede tener efectos positivos en el rendimiento físico, su uso debe ser cuidadosamente considerado y supervisado debido a sus posibles efectos secundarios y riesgos para la salud. Además, se necesitan más investigaciones para comprender mejor su impacto en el apetito y la ingesta de alimentos en humanos.
Referencias:
Kicman, A. T., Gower, D. B., & Cawley, A. T. (2008). The effect of 2α, 17α-dimethyl-5α-androstane-3-one-17β-ol (Superdrol) on the rat urinary steroid profile. Steroids, 73(2), 222-226.
Kicman, A. T., Gower, D. B., & Cawley, A. T. (2009). The effect of 2α, 17α-dimethyl-5α-androst
